jueves, 17 de diciembre de 2015

Excursión a Valencia: Historia de la Iglesia II

El autobús nos dejará en Valencia en la Alameda. Desde allí iremos al centro entrando por la Plaza del Temple, hasta llegar a la plaza de la Almoina y la Catedral. Terminadas las visitas y el recorrido acudiremos a la Plaza del Ayuntamiento para comer y asistir a la Mascletá. Por último, iremos al Museo San Pío V para aprender más sobre el arte románico y gótico en Valencia.

Época musulmana (siglos VIII - XIII). 

En el 711 los godos del rey Rodrigo son vencidos en el río Guadalete de forma indiscutible, dejando la península completamente libre ante el avance de los musulmanes. El avance musulmán por la península fue arrollador, fruto de la desintegración total a la que había llegado el pueblo godo, incapaz de oponer resistencia al avance musulmán. En el 722, con la batalla de Covadonga, los musulmanes han llegado a su máxima expansión por la península después de haber alcanzado el norte de Hispania, y sólo en el 732 son detenidos definitivamente en Poitiers por los francos de Carlos Martel. 

Por lo que respecta a la ciudad de Valencia, se sabe que en el año 714 los musulmanes de Tarik ya ocupaban la ciudad. El pacto de rendición con los godos fue respetado y en Valencia se quedó prácticamente la totalidad de la población hispano-romana, que se fusionó bien pronto con los musulmanes. Los matrimonios mixtos fueron frecuentes y en poco espacio de tiempo solo debió quedar un pequeño grupo de mozárabes (cristianos) en una ciudad completamente musulmana. 

Durante el periodo musulmán a Valencia se la conoció como Medina al-Turab (ciudad de la arena), o bien Balansiya (Taifa de Balansiya). Esta última denominación fue la que prevaleció. Desde el siglo VIII hasta el XI la ciudad de Balansiya apenas tuvo importancia. El territorio se islamiza, las costumbres cambian, son levantadas mezquitas y la riqueza de la huerta de Valencia va en aumento, pero sin que ello implique una notoriedad particular en la historia hispana. Hacia el siglo X el mausoleo o cripta que levantara el obispo Justiniano como enterramiento es reformado para ser utilizado como baños públicos. 

Al Andalus o la España musulmana fue regida primero por emires (gobernantes musulmanes que dependían de un califa) y luego por califas desde su capital en Córdoba. A la muerte de Almanzor en el 1002 el poderoso Califato de Córdoba se deshace y nacen los reinos de Taifas. Será a partir de entonces cuando la Taifa de Balansiya será una de las más influyentes e importantes del mundo musulmán. 

En el año 1021 la poderosa facción de los amiris pone al frente de la ciudad a Abd al Aziz que, con tan sólo 15 años, se convierte en el primer rey de la Taifa musulmana de Balansiya. Su largo periodo de reinado de más de 40 años llevará a la ciudad a uno de los momentos más gloriosos de su historia. Uno de los mayores logros de este rey fue la construcción de una nueva amuralla para ampliar la ciudad, que mantendrá esta configuración hasta prácticamente el siglo XIV.  

En el 1086, los almorávides (tribu integrista norteafricana en la que se formaban monjes-soldado) entran en la península para ayudar los reinos musulmanes que sufrían los ataques cristianos desde el norte. Los habitantes de Balansiya vieron en ellos a unos salvadores. Sin embargo, en el año 1094, antes de que los almorávides pudieran llega a la ciudad, Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, conquistó Balansiya después de un duro asedio. Cuando llegaron los ejércitos musulmanes, los ejércitos del Cid los derrotaron en la batalla de Quart (año 1094). La ciudad se mantuvo bajo dominio cristiano durante 8 años, cayendo de nuevo bajo los almorávides en el año 1102, una vez que el Cid ya había fallecido. 

En el 1145 las tribus almohades del Sahara entran en la península para restaurar la ortodoxia musulmana que se había relajado en exceso. Pero con la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en el 1212 el poder almohade comienza a desintegrarse. 

En el año 1231, el rey de Aragón, Jaime I el Conquistador, comienza la conquista del levante peninsular. A finales de 1237 gana la batalla de El Puig, que dejó abierto el camino a la conquista de Valencia. El rey Zayyan, finalmente, tuvo que rendir la ciudad de Valencia al rey Jaime I en el año 1238 después de cinco meses de asedio.

Universidad de Valencia - "Estudi General".

En el vestíbulo de entrada de la calle Universidad, el suelo es de metacrilato transparente, ya que por debajo del mismo podemos observar restos de las antiguas murallas árabes que dispuso la ciudad en los siglos de dominación musulmana. 


En esta plaza se encuentra la Galería del Tossal, construcción subterránea, donde podremos contemplar restos de una torre defensiva y 20 metros de la murallas musulmanas del siglo XII. Las ruinas conservadas formaban parte de la defensa de la Bab al-Hanax o Puerta de la Culebra, una de las siete puertas de la ciudad. 

La torre de planta cuadrada, está construida en tapial de mortero. En sus muros aún podemos ver los agujeros dejados por los apoyos de las cajas de madera empleadas por los musulmanes para su construcción. 

Por delante de la muralla se ven unos arcos de ladrillo del siglo XIV sobre los que descansaba la bóveda que cubría la acequia de Rovella, conducción que servía, casi hasta nuestros días, como colector de aguas de la ciudad. 


La época cristiana (s. XIII - XV): Período medieval.

El 9 de octubre de 1238, el rey Jaime I entra en la ciudad y dirigiéndose a la Mezquita Mayor oficia la primera misa en la recién conquistada ciudad. Con esta conquista, Valencia ya nunca más volverá a manos musulmanas. Otra historia, otra cultura, otra religión, un cambio de población, un cambio de estructura urbana, otra manera de entender la vida entrará en juego en la historia de España. Jaime I da forma legal en 1240 al Reino de Valencia, sustituto de ese antiguo reino de taifas conocido como Balansiya. Hay constancia que ya desde abril de 1239 el rey Jaime I tiene la voluntad de crear un nuevo reino que no tenga dependencias de otros territorios de la Corona.
La repoblación de la ciudad de Valencia se realizó con gentes venidas de todo Aragón, destacando los contingentes catalanes, aragoneses, navarros y occitanos. El reparto de tierras y casas de musulmanes entre los cristianos queda reflejado en el conocido como "Llibre del Repartiment"

La división de la ciudad se realizó en parroquias que se construyeron sobre antiguas mezquitas. A esta época corresponden las iglesias de Santa Catalina Mártir, San Martín Obispo, San Lorenzo, San Andrés Apóstol, San Esteban protomártir, Santo Tomás Apóstol (hoy desaparecida), San Bartolomé Apóstol, El Salvador, Santos Juanes, la Santa Cruz (hoy desaparecida), San Nicolás y San Pedro Mártir, y San Valero. 

Recién conquistada la ciudad, la Mezquita Mayor musulmana es purificada y convertida en Catedral con el titulo de Santa María. Desde 1238 hasta 1262 en que se coloca la primera piedra de la nueva Catedral, será el edificio musulmán purificado el centro de la vida espiritual de los valencianos.

Tras la toma de Valencia, el rey Jaime I entregó a la Orden del Temple en 1238, en el entorno de una de las puertas importantes de la ciudad, la torre de Ali Bufat donde fue izado el pendón real en la conquista de la Valencia, la fortaleza que protegía la entrada desde el mar por el río Turia (en la que ya debió existir una antigua fortificación romana), y las casas contiguas correspondientes.

Sobre esos terrenos los templarios construyeron una iglesia que, cuando se disolvió la Orden del Temple, pasó posteriormente a manos de la Orden Militar de Montesa. El conjunto actual fue levantado por estos últimos y data del siglo XVIII.

En recuerdo de estos hechos está la lápida conmemorativa que hoy ocupa una de las fachadas laterales de la iglesia que dice:
"Sitio de la torre y puerta de Bab-el-Shadchar, llamada después del Temple, donde tremoló el pendón real de la conquista en 9 de octubre de 1238. Concedida por el invicto rey don Jaime a los Templarios, conservada por la Orden Militar de Montesa y demolida para el ensanche de la ciudad en 1865. Los caballeros de Montesa para memoria".
Siglo XIV. 

El recinto amurallado cristiano, fue construido en el siglo XIV, durante el reinado del rey Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso. En ella se abrían trece puertas que permitían el acceso a la ciudad. En su parte exterior la muralla estaba rodeada por un amplio foso y la fachada recayente al río se reforzó mediante una serie de torres. 

Los accesos más importantes eran: Puerta de Serranos (norte), Puerta de San Vicente (sur), Puerta de Quart (oeste) y la Puerta del Mar (este). Los demás accesos eran el Portal de los judíos (Jueus), Portal de Ruzafa, Portal de los Inocentes o de Torrente, Portal del Cojo o de las "Setze claus", Portal de los tintes, Portal Nuevo o de San José, Portal de la Trinidad (o de "Catalans") y Puerta del Real. A esta relación aún se podrían añadir alguno más ya que dependiendo de las circunstancias y de las épocas fueron abriéndose portillos en la muralla cristiana. Las antiguas murallas musulmanas no fueron destruidas sino que se convirtieron en un segundo anillo defensivo. Para mejorar las comunicaciones entre ambas partes de esa muralla se abrieron portales, entre los que destaca el Portal de Valldigna que aun se conserva. 

De estas antiguas murallas cristianas, hoy sólo se conservan dos de las puertas de acceso a la ciudad: las Torres de Serranos y las Torres de Quart. Las Torres de Serranos constituyen el más bello ejemplo peninsular de la arquitectura militar del siglo XIV.

La ciudad pasó por graves aprietos a mediados de siglo. Por un lado, la peste negra de 1348 y las sucesivas epidemias de los años siguientes, que diezmaron a la población. Por otro, la guerra de la Unión, una revuelta ciudadana, encabezada por Valencia como capital del Reino, contra los excesos de la monarquía. Por último, la guerra con Castilla, tras la que el Rey Pedro el Ceremonioso concedió a la ciudad de Valencia el título de "dos veces leal", representado por las dos “L” que ostenta su escudo.

En 1350 nace en la ciudad de Valencia, un personaje valenciano universal, San Vicente Ferrer. Santo dominico, doctor en teología, amigo del antipapa Benedicto XIII (papa Luna) y consejero de reyes y nobles aragoneses. Lo que hoy se conoce como Casa Natalicia de San Vicente Ferrer poco o nada tiene que ver con la casa de su nacimiento. El actual edificio es una capilla que se levanta sobre lo que fue la casa paterna del santo, cuya disposición y forma ha ido cambiando totalmente con el paso del tiempo. Las paredes del vestíbulo están recubiertas de azulejos de Manises del siglo XVIII, que representan diversas escenas con los milagros de San Vicente Ferrer (el milagro del mocadoret, el "rogle" que toca solo, la llegada de las naves al puerto de Barcelona, etc.). Destaca sobre todos los paneles aquel que representa el bautizo del santo y que se encuentra encima de la gran pila de agua.

La pila donde se bautizó al santo se encontraba en la Iglesia de San Esteban, una de las más antiguas de Valencia, ya que fue una de las diez consagradas por don Pedro de Albalat, primer obispo de la Valencia reconquistada. Está construida sobre una de las antiguas mezquitas de la ciudad musulmana que, a su vez, pudo alzarse sobre una iglesia cristiana que se había construido sobre un templo romano precedente dedicado a Hércules. San Vicente fue bautizado en una iglesia de estilo gótico, pero a finales del siglo XV se remodeló con la construcción del templo que, tras posteriores modificaciones corresponde con el que se puede contemplar en la actualidad.

En aquella pila bautismal fueron bautizados San Vicente Ferrer (s. XIV) y San Luis Bertrán (s. XV). El destino de la pila se desconoce pero es de suponer que desaparecería en algunas de las múltiples reformas que ha sufrido el templo.

A los veinte años, Vicente se incorporó a la Orden de Santo Domingo (dominicos). Era un joven muy inteligente, viva imaginación e ingenio. Se dedicará a la enseñanza de la Teología en las universidades de Valencia, Barcelona y Lérida. A la luz del Evangelio y preocupado por la cultura de su tiempo, se siente llamado por Cristo a evangelizar Europa, e inicia un recorrido por diferentes comarcas de España, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Italia e Inglaterra, predicando en plazas, caminos y campos. Su tema es la conversión personal y colectiva; invita a salir de malas costumbres para lanzarse a una vida nueva; llama a reflexionar sobre el futuro, comenzando su construcción en el presente. La imagen más utilizada en su predicación es la del Juicio Final que anuncia inminente y del cual él se presenta como el ángel del Apocalipsis. Respalda este anuncio con una vida austera y penitente, hace de la pobreza y de la cercanía a los necesitados sus actitudes más características. La participación en la Eucaristía y la búsqueda en la oración son el centro de su vida que armoniza con un carácter franco y jovial. Su palabra es fuego que conmueve el corazón de las multitudes, que, haciendo pública penitencia, abandonan sus situaciones de pecado. Vicente Ferrer además será árbitro de una Europa dividida política y religiosamente. Vicente Ferrer reconoce primero al cismático Papa de Avignón, Benedicto XIII, de quien es confesor y que llega a ofrecerle la posibilidad de ser obispo, pero él lo rechaza. Posteriormente, viendo el escaso interés de dicho Papa para solucionar el Cisma de Occidente, le abandona y recorre regiones aconsejando a príncipes y logrando retiren su obediencia a los Papas de Avignón, por el bien de la Iglesia. En este propósito coincide al final con Catalina de Siena, terciaria dominica que, desde el principio, apoyaba al Papa Urbano VI de Roma.

Entrega su espíritu a Jesucristo en la ciudad de Vannes (Francia) el 5 de abril de 1419 a la edad de 69 años. San Vicente Ferrer fue canonizado por Calixto III el 29 de Junio de 1455. Su cuerpo se conserva en Vannes.

Milagro del Mocadoret. 

La convivencia entre las tres comunidades, cristiana, judía y musulmana, que ocupaban la ciudad, fue conflictiva a lo largo de toda la Edad Media. Los judíos, instalados en torno a la Calle del Mar, habían progresado económica y socialmente, y su barrio fue ampliando progresivamente los límites a costa de las parroquias contiguas. Por su parte, los musulmanes que permanecieron en la ciudad tras la conquista fueron instalados en una morería junto al actual mercado de Mosén Sorell, contigua al entonces barrio artesanal del Carmen.

En 1391 tiene lugar uno de los hechos más tristes de la historia valentina, el asalto de la judería. El levantamiento acabó con la vida de muchos judíos de la ciudad de Valencia y la desaparición de la sinagoga. Un hecho similar tuvo lugar en 1456 en la morería, que era el barrio donde residían los descendientes de los musulmanes que habían decidido quedarse en la ciudad, después de la conquista de Jaime I.

A finales del siglo XIV adquirieron especial virulencia los conflictos entre las diferentes familias de los Centelles y los Vilaragut. Alineadas en dos bandos antagónicos, tuvieron una destacada influencia en el conflicto dinástico que se produjo a la muerte sin descendientes de Martín el Humano, y que desembocó en el Compromiso de Caspe y en la entronización de la casa de Trastamara en la Corona de Aragón. En la sentencia desempeñaron un destacado papel los hermanos San Vicente (canonizado por Calixto III en 1455) y Fray Bonifacio Ferrer. 

Siglo XV. 

En el siglo XV Valencia vivió una etapa de gran desarrollo económico y esplendor cultural y artístico. Se creó la Taula de Canvis, una banca municipal de apoyo de las operaciones comerciales; la economía local —con los tejidos de seda en un destacado lugar— alcanzó un gran desarrollo, y la ciudad se convirtió en un emporio comercial al que acuden mercaderes de toda Europa.

Este auge económico tiene su reflejo en el plano artístico y cultural: el llamado Siglo de Oro valenciano, un periodo en el que la vida literaria y artística se impone sobre el resto de territorios de la Corona de Aragón. Valencia llega incluso a convertirse en la ciudad más poblada de todo el Mediterráneo superando incluso a Barcelona y a Zaragoza por número de habitantes. Se levantan ahora algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como las Torres de Serranos (1392), la Lonja de la Seda y de los Mercaderes (1482), uno de los más importantes centros de transacciones mercantiles del Mediterráneo, el Micalet, la capilla de los Reyes del Convento de Santo Domingo... Es en este Siglo de Oro cuando surgen los personajes más importantes de la vida cultural valenciana. En pintura y escultura se dejan sentir las tendencias flamencas e italianas en artistas como Lluís Dalmau, Gonçal Peris o Damian Forment. En literatura, al amparo de la corte de Alfonso el Magnánimo florece la producción escrita, de la mano de autores como Ausias March, Roig de Corella o Sor Isabel de Villena. Hacia 1460 Joanot Martorell escribe el Tirant lo Blanch, una innovadora novela de caballería que influyó en numerosos autores posteriores, desde Cervantes a Shakespeare.

Literatos:
• Ausias March (1397-1459).
• Sor Isabel de Villena (1430-1490).
• Jordi de Sant Jordi (+1425).
• Jaume Roig (1434-1478).
• Roig de Corella (+1497).
• Joanot Martorell (1413-1468).

Papas: 
• Calixto III (1455-1458).
• Alejandro VI (1492-1503).

Edificios:
• La Lonja de la Seda realizada por el célebre maestro de obras Pere Compte (1483-1498).
• El Palau de la Generalitat.

A comienzos del siglo XV, se estableció en Valencia un primer "Estudi General" cuando el "Consell" decretó reunir todos los centros de estudio que se encontraban desperdigados por la ciudad en la casa que se encontraba en el lugar que hoy ocupa el Palacio de Benicarló. En ella se instalaron los estudios de Gramática y Artes. Los promotores de esta fundación fueron el Gobierno Municipal y el Obispo de Valencia, Hugo de Llupiá. 

Sin embargo, a finales del siglo XV se vio la necesidad de conseguir un lugar mucho más amplio y con aulas suficientes para las diversas enseñanzas que se querían proporcionar en  la ciudad. Así, se encargan las obras al célebre maestro de obras Pere Compte, autor de La Lonja de la Seda y de los Mercaderes para construir y habilitar el actual edificio de la calle la Nave. Se realiza así un nuevo "Estudi General" que pronto se convertiría en Universidad para poder conceder títulos y grados académicos de bachilleres y doctores. 

El Papa Alejandro VI en 1501 y el rey don Fernando el Católico en 1502, concedieron a la Universidad de Estudios Generales de Valencia, entre otros muchos privilegios e inmunidades, el de poder enseñar todas las facultades y ciencias, licenciando y doctorando con la misma amplitud con que venían haciéndolo las universidades de Roma, Bolonia y Salamanca. Se impartirían cátedras de Lenguas sabias, Artes, Leyes y cánones, Medicina, Astronomía, Matemáticas, Teología, Ciencias filosóficas y políticas y Arte de Notaría. 

La Universidad, desde un principio dio grandes resultados y alcanzó pronto justa fama por el florecimiento brillantísimo en el desarrollo de todas las enseñanzas, saliendo de sus aulas, al correr de los siglos, verdaderas lumbreras, cuyos nombres brillaron en todas las ramas del saber.

En 1492 el papa Inocencio VIII eleva la sede valentina a la categoría de sede arzobispal.



Curiosidades:

  • La historia del convento se inicia en 1239, sólo un año después de la conquista de la ciudad de Valencia por parte del Rey Jaime I, que entregó una ermita extramuros de la ciudad para que se ampliara y levantase sobre ella un convento para las religiosas de la Orden de Santa Clara.
  • Hasta el siglo XIX el monasterio iría ampliándose, llegando a ser uno de los mas importantes del Reino de Valencia. Disponía de cementerio, huertos, claustro y dormitorios para albergar trescientas monjas. 
  • El nombre de Convento de la Purísima Concepción le viene por la especial veneración que recibía un lienzo de la Virgen con el Niño que una monja había traído desde Mallorca y a cuya intercesión de la Virgen le debía la vida.
  • En una ocasión, un grupo de condenados pasaba por la puerta del convento cuando uno de ellos se imploró a la imagen de la Virgen que allí se encontraba, y en ese momento la corona que portaba la Virgen cayó al suelo, lo que se consideró milagroso. A partir de entonces se le reconoció a la madre abadesa del monasterio el privilegio de indultar a un reo una vez al año. 
  • En 1836 con la desamortización de Mendizábal el convento tuvo que ser abandonado. Las monjas pasaron al Monasterio de la Trinidad para después pasar en 1854 a la casa de la antigua Cofradía de San Jayme, lugar donde ahora se ubican.
Jaime I:
  • Era un cruzado de la Orden del Temple. En ese sentido, era un hombre de Dios.
  • El Rey Jaime asumía el criterio que, a partir del Papa Gregorio VII en el siglo XI, se impuso en todos los reinos occidentales. Según este criterio el Papa tiene la auténtica y plena autoridad espiritual y potestad sobre la Iglesia, y los reyes y emperadores ejercían su poder sólo en temas temporales. Se trataba de una reforma que abolía la simonía y el nicolaísmo, así como de intervención del poder temporal en asuntos eclesiásticos. Por este «retorno a los orígenes» y enfrentamiento del poder temporal, la reforma gregoriana es vista hoy como la primera gran revolución europea. La reforma fue continuada y consolidada por los eclesiásticos de la Abadía de Cluny.
  • El 9 de octubre de 1238, Jaime I entra triunfalmente en Valencia y celebra misa en el lugar que así se recuerda en el muro exterior de la catedral. La misa se celebró según el rito romano que con Gregorio VII (s. XI) se había establecido para unificar la liturgia romano-latina en toda la cristiandad. El canto gregoriano era entonces la máxima expresión de la música cristiana medieval y sus melodías se habían divulgado por toda Europa.  
Reforma gregoriana. Los efectos de esta reforma fueron:
  1. Se estableció una clara separación entre los poderes seculares y espirituales. El clero ganó mayor capacidad de movimiento ya que no obedecía a leyes civiles sino las comunes de la Iglesia. Esto permite un mayor nivel de comunicación y de intercambio de ideas entre los diversos territorios de la Cristiandad. El primer fruto será Cluny, al que seguirán el Císter y otras fundaciones, para concluir con el nacimiento de las órdenes mendicantes: dominicos y franciscanos.
  2. Se aseguraba para toda la Iglesia pastores adecuados, con formación y vida ejemplar. Muchas escuelas catedralicias (instituciones medievales que se desarrollan en las bibliotecas de las catedrales europeas con la función específica de la formación del clero siguiendo los programas del trivium y qudrivium), siguiendo el ejemplo de Palencia y París, van a pasar a ser los Estudios Generales en los siglos XI y XII, que después se convertirían en las primeras Universidades. Es el contexto de estos estudios superiores de donde surgirá después la investigación científica. El rey Jaume I había obtenido en 1245, del papa Inocencio IV, la institución de un Studium Generale para Valencia que no fue creado hasta finales del siglo XV.
  3. Se unificaba la Iglesia fiel a Roma desde la centralidad del Evangelio siguiendo una única doctrina, la imposición del rito romano en todo Occidente, o la llamada a la Cruzada contra las herejías de su tiempo. Con el uso de una sola liturgia y la centralidad del Evangelio, aparece en el románico el primer sistema iconográfico cristiano generalizado para toda Europa, es decir, se fijan determinados símbolos y escenas con explicaciones doctrinales, y las iglesias van convirtiéndose en catecismos visuales. A este estilo le sucederá el gótico. La unificación litúrgica también favoreció el extraordinario desarrollo de la música cristiana, no solo con el canto gregoriano, sino con el nacimiento y desarrollo de las diversas escuelas polifónicas del Ars antiqua.
  4. Se promocionaron modelos eficaces de comportamiento cristiano.
El arte gótico.
  • Es el estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental durante la Baja Edad Media (desde mediados del siglo XII hasta finales del siglo XV). Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. 
  • El gótico coincide con el máximo desarrollo y resurgimiento de las ciudades donde aparece la burguesía y las universidades. También surgían en este momento las órdenes religiosas entre las que se pueden diferenciar las monásticas como el Cister, y las mendicantes como los franciscanos y los dominicos).
  • El estilo gótico eleva prodigiosas iglesias y catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.
  • Sigue siendo un arte predominante religioso; la planta de las iglesias siguió siendo predominantemente de cruz latina orientada al este, con cabecera en ábside (a menudo con girola). 
  • Entre sus elementos característicos destacan el arco apuntado (u ojival), los pilares estilizados, la bóveda de crucería, los contrafuertes externos que soportaban los empujes de la bóveda y que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. Estos elementos permitieron la construcción de edificios mucho más amplios y elevados, y el predominio de los huecos sobre los muros.
  • En la escultura gótica las tallas en piedra continúan usándose para la decoración de la arquitectura, además de cumplir la función evangelizadora pero cada vez se inependiza más (se pasó del relieve a la escultura de bulto redondo). Además, la escultura gótica evolucionó desde un estilo alargado y rígido, aún en parte románico, hacia un sentimiento espacial y naturalista. La influencia del arte griego y romano se aprecia todavía en el tratamiento de las telas, las expresiones faciales y la pose.
  • La pintura gótica comienza siendo un estilo más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo. Se tiende a aumentar el realismo y naturalismo, aproximándose a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento. Se rompe con el hieratismo y formalismo románico buscando aproximar la representación de los personajes religiosos en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones (placer, dolor, ternura, enojo). También hay lentos avances en el uso de la perspectiva.
  • El retablo gótico tiene su origen en las tablas que se colocaban sobre el altar en la época románica; al comenzar a añadirles nuevas tablas se acaba por formar el gran retablo fijo ("retaula" = "Tras el altar") de las catedrales góticas, tanto de pintura como escultura o una mezcla de ambas. Su cuerpo inferior se denomina predela. Sobre ella se organizan las tablas en horizontal o cuerpos y en vertical o calles, que se dividen mediante elementos más estrechos llamados entrecalles. La calle central suele ser más ancha y se remata en la parte superior por una espiga o gablete. Todo el retablo se remata con el guardapolvo, que suele estar decorado. 
  • Ejemplos que podemos encontrar en el Museo San Pío V:
  1. Retablo de San Martín con Santa Úrsula y San Antonio Abad (s. XIV-XV).Es una obra maestra del gótico internacional en Valencia. Elegante y refinado, debido a sus influencias del estilo flamenco. El primer cuerpo está formado por Santa Úrsula (virgen consagrda germana que en el siglo V fue martirizada por orden de Atila al negarse a satisfacer sus deseos sexuales) con las flechas, San Martín (santo obispo del siglo IV que se convirtió después de que partiese su capa con un mendigo y se le presentase más tarde como Jesús resucitado) y San Antonio Abad (santo del siglo IV, patrón y fundador en occidente de la vida eremítica). En la parte alta, tres paneles recogen episodios de San Martín, obispo de Tours, narrados en la Leyenda Dorada: Sueño de San Martín, Milagro de la resurrección de un muerto y Milagrosa misa del santo. La predela presenta santos en posición sedente con la mirada dirigida hacia el eje central ocupado por un Cristo Patiens y las figuras dolientes de la Virgen y San Juan. 
  2. Retablo de Fray Bonifacio Ferrer (s. XIV). Importante retablo que se encuentra entre las obras más exquisitas y detallistas del gótico internacional. Fue encargado por fray Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, a su ingreso en la cartuja de Porta Coeli tras haber enviudado. La tabla central está presidida por una Crucifixión que incluye escenas relativas a los siete Sacramentos enmarcadas por cuadrifolios y que parten de los hilillos de sangre que brotan de la herida de Cristo. La parte superior la ocupa un Juicio Final y en las calles laterales se representa la Conversión de San Pablo y el Bautismo de Cristo, sobre las que se sitúan un San Gabriel y una Anunciación. La predela presenta al comitente del retablo junto a su familia, a la izquierda fray Bonifacio Ferrer con sus hijos y a la derecha su mujer difunta e hijas. Completa la predela un Cristo Varón de Dolores junto a una Lapidación de San Esteban y la Decapitación de San Juan Bautista.






La reforma monástica[editar]


Abadía de Cluny, Francia.
El sistema feudal afectó a los monasterios. Los grandes señores ambicionaban convertirlos en sus señoríos y se adueñaban de ellos, nombrándose abades o protectores. La secularización monástica fue tan extensa que, a principios del siglo X, resultaba difícil encontrar en Occidente monjes que llevasen todavía una verdadera vida religiosa.
La reforma monástica comienza en septiembre del año 909, cuando el duque Guillermo I de Aquitania, llamado el Piadoso, concedió al abadBernón los territorios de Cluny para fundar un monasterio benedictino, donde el abad fuera libremente elegido por los monjes y el convento fuese inmune a toda autoridad laica y del obispo diocesano. Dependería así directamente del Romano Pontífice. El éxito de Cluny movió a otros monasterios a solicitar su inclusión en la reforma, para ser sometidos a la autoridad de la abadía de Cluny. Así se constituyó la ordencluniacense, que se extendió por todo el Occidente y llegó a contar a partir del cambio de milenio con cerca de 1.200 monasterios.
Ya en el siglo XIsan Bruno fundó una orden religiosa, llamada Cartuja (1084), una síntesis entre la vida solitaria y la monástica. La reforma llega a su cima con la gran creación del siglo XII, la orden del Císter, fundada por san Roberto de Molesmes en el año 1098 con la apertura delmonasterio de Cîtaux. San Bernardo de Claraval, la figura clave del siglo, fue quien le dio su gran impulso al fundar el monasterio de Claraval en el año 1115. La santidad de estos fundadores y de sus monjes traería consigo una profunda renovación espiritual de toda la Iglesia.


Contactar:
  • Galería del Tossal 96 398 18 03 (Concertar visitas para grupos). Horario: de martes a sábado de 9:30 a 14:00 h; Domingos y festivos de 9:30 a 15:00 h. Tarifa reducida: 1 €.