domingo, 24 de marzo de 2019

El don de la vida

Vídeos.



Vídeo "Babies"


Vídeo: "Di sí a la vida"

Vídeo: "La locura de ser padres"

Vídeo: "Playa y montaña"


Vídeo: "El club de los ojos verdes".

Vídeo: "Ward Miles cumplió un año"



Oh María, aurora del mundo nuevo, 
Madre de los vivientes, 
a Ti confiamos la causa de la vida: 
mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, 
de pobres a quienes se hace difícil vivir, 
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, 
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo 
sepan anunciar con firmeza y amor 
a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, 
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia 
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, 
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, 
la civilización de la verdad y del amor, 
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
Amén.

Vídeo-Clip: "Mi pequeño tesoro" de Presuntos implicados


Vídeo-Clip: "Esa soy yo" de El Sueño de Morfeo












3.- El final de la vida.
La vida es siempre un don... desde el comienzo, hasta su fin natural entre nosotros, pero perpetuándose en la eternidad.

    


Placer de la vida #10 - Ver caminar a una pareja de abuelitos cogidos de la mano.

Abuelos.. - desde muy chicos, enseñandonos a ser felices, con muy pocos detalles.

UN APLAUSO - a todos los abuelos: no tienen tuenti y recuerdan tu cumpleaños.

"Los abuelos, tan importantes en las familias. Ellos pueden ser —y son tantas veces— los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte". 
Benedicto XVI, JMF en Valencia, 2006.


4.- Los comités éticos.
Los comités de ética están constituidos por grupos de personas, con diversas competencias y experiencias, que tienen la función de vigilar para que las ciencias y las técnicas biomédicas sigan estando al servicio del bien de la persona. Desarrollan su función de promover los intereses tanto de aquellos que dispensan sus cuidados como de quienes los reciben. Tienen además un papel importante de mediación entre la decisión médica particular (que se determina en el diálogo entre el médico y el paciente) y la legislación estatal (que es tarea del poder legislativo en los países democráticos). 
A estos comités de ética se les pueden atribuir tres funciones: 
  • Decidir frente a situaciones que no están reguladas por ninguna ley y que no podrían resolver exclusivamente los médicos
  • Informar y de formar a los médicos, al personal sanitario, a los pacientes y a las familias de los enfermos
  • Constituir un órgano de consulta para las autoridades médicas, administrativas y morales de los hospitales. 
Los problemas éticos que van surgiendo tanto en la investigación como en la experimentación o en el ejercicio de la medicina deben encuadrarse dentro de los principios generales y de las normas que integran nuestro ordenamiento jurídico. 
En algunos países se constituye un Comité Nacional para la Bioética, cuyas funciones consisten en la elaboración de indicaciones que hay que hacer al legislador para que pueda proveer a la reglamentación de materias no disciplinadas, en el ofrecimiento de normas en cuestión sanitaria y finalmente en la coordinación y dirección de los comités éticos regionales y hospitalarios para evitar disonancias de comportamiento.


5.- Los vientres de alquiler.
Nos debería de doler el corazón al pensar en tantas mujeres jóvenes en situación de pobreza o precariedad que se ven arrastradas a situaciones que atentan contra su inalienable dignidad; Dios y la Iglesia las aman y quieren lo mejor para ellas. Debemos levantar la voz para defenderlas y poner los medios para socorrerlas.

Dicho esto, es necesario afirmar que la así llamada maternidad subrogada o sustitutiva, «es contraria, en efecto, a la unidad del matrimonio y a la dignidad de la procreación de la persona humana.

La maternidad sustitutiva representa una falta objetiva contra las obligaciones del amor materno, de la fidelidad conyugal y de la maternidad responsable; ofende la dignidad y el derecho del hijo a ser concebido, gestado, traído al mundo y educado por los propios padres; instaura, en detrimento de la familia, una división entre los elementos físicos, psíquicos y morales que la constituyen». Además, esta práctica cosifica a las mujeres a las que se “alquila su vientre”, tratándolas de un modo utilitario que atenta contra su dignidad.

También se puede dar la maternidad sustitutiva por una errónea concepción de la “compasión” (llevada a cabo por hermanas, madres u otras familiares o amigas) y sin compensación económica, pero en todo caso «es contraria, en efecto, a la unidad del matrimonio y a la dignidad de la procreación de la persona humana».


Anexo.- Controversias.